Qué empeora la ansiedad
La ansiedad puede empeorar por una variedad de factores. Aquí hay algunos ejemplos:
- Estrés: El estrés crónico puede desencadenar y empeorar la ansiedad. El estrés puede ser causado por el trabajo, los problemas de relaciones personales, la salud o el entorno.
- Cafeína y otros estimulantes: La cafeína y otros estimulantes pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la respiración, lo que puede empeorar la ansiedad. Otros estimulantes como el té, las bebidas energéticas y el chocolate también pueden tener efectos similares.
- Falta de sueño: La falta de sueño puede aumentar la ansiedad y empeorar los síntomas. La falta de sueño también puede reducir la capacidad del cuerpo para manejar el estrés.
- Alcohol y drogas: El consumo de alcohol y drogas puede aumentar los síntomas de ansiedad. El abuso de sustancias también puede desencadenar la ansiedad en personas que de otro modo no la tendrían.
- Falta de ejercicio: El ejercicio regular puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. La falta de ejercicio puede aumentar la ansiedad.
- Pensamientos negativos: Los pensamientos negativos y las creencias limitantes pueden aumentar la ansiedad. La terapia cognitivo-conductual puede ser útil para abordar estos patrones de pensamiento.
- Enfermedades físicas: Las enfermedades físicas, como la enfermedad cardíaca o la enfermedad pulmonar, pueden aumentar la ansiedad.
- Aislamiento social: La falta de contacto social puede aumentar la ansiedad. Mantener una conexión social saludable puede ayudar a reducir los síntomas.
El trastorno de ansiedad social (SAD) es un fenómeno impresionantemente común. Alrededor del 10% de las personas la padecen en algún momento de su vida (Wittchen & Fehm, 2001). Por lo general, comienza durante la infancia o la adolescencia temprana. Conoce una variedad de servicios de acupuntura por comuna en Chile.
Las personas afectadas rara vez piden ayuda y solo una de cada cinco recibe tratamiento profesional (Grant et al., 2005).
El peligro de la ansiedad y la depresión
Un estudio de la Universidad de Duke (EE. insuficiencia cardiaca.
Parece que la ansiedad, combinada con la depresión, triplica la mortalidad de estos pacientes.
Sin perderse en una maraña de datos estadísticos, el estudio concluye con la necesidad de tratar de forma prioritaria tanto la ansiedad como la depresión, que en muchos casos van juntas, para evitar complicaciones en enfermedades ya existentes.
Falta de sueño
El sueño, como parte más importante de nuestro descanso, juega un papel muy importante en la gestión del estrés. La falta de sueño puede incluso hacer que busquemos este estrés extra para mantenernos despiertos. Es decir, el cuerpo responde como si estuviera en una situación de peligro, liberando más cortisol, aumentando el ritmo cardíaco y generando un estado de alerta.
Este estado de alerta aumenta la preocupación, el miedo y, seguramente, la inquietud. En definitiva, hace que la ansiedad empeore, sobre todo si la falta de sueño adecuado se prolonga en el tiempo.